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L'acció de l’SJM per a l'acollida de persones desplaçades d'Ucraïna

Contexto

Según estimaciones de la Comisión Europea, entre 2,5 y 6,5 millones de ucranianos pueden verse obligados a desplazarse por el conflicto armado, y entre 1,2 y 3,2 millones de ellos y ellas solicitarán protección internacional.  Ante esta realidad, acogemos con satisfacción la respuesta de los Estados Miembros de la UE que ha activado el procedimiento para proporcionar protección temporal en casos de máxima afluencia de refugiados, tal y como prevé la  Directiva de Protección Temporal, otorgando a los refugiados ucranianos automáticamente una autorización de residencia y trabajo en los estados miembros.

Queremos subrayar que todas las personas que huyen del conflicto en Ucrania deberían poder salir del país, independientemente de su nacionalidad. Una vez estén a salvo, y en condiciones de acogida adecuadas, las necesidades de protección de los nacionales de terceros países que no sean ucranianos pueden evaluarse de acuerdo con los procedimientos existentes y puede y debe facilitarse la repatriación de quienes deseen regresar a sus países de origen.

Además de la respuesta inmediata, los Estados Miembros de la UE deben debatir y acordar rápidamente un plan de reparto de responsabilidades, que incluya medidas claras de reubicación, para garantizar que la carga de trabajo de los países vecinos de Ucrania se mantenga bajo control y que puedan asegurarse las normas de protección y las condiciones de acogida de la UE. Por último, también es imprescindible reconocer las necesidades de protección de los ucranianos que ya estaban fuera del país cuando empezó el conflicto.

El Gobierno español se ha comprometido a adoptar las medidas necesarias para que las personas de origen ucraniano puedan permanecer y trabajar en nuestro país, acceder a la atención sanitaria y educativa, así como a las ayudas sociales que correspondan. En este sentido, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha iniciado los contactos y trámites para coordinar y preparar el dispositivo de acogida de personas procedentes de Ucrania. En diálogo con las Comunidades Autónomas y las entidades del sistema de acogida a refugiados está desarrollando los canales de información y acceso a la protección y a los derechos de acogida estableciendo puntos de atención en cada provincia para atender a las personas ucranianas.

Criterios comunes de actuación de SJM 

En un contexto como el actual, nos sentimos conmovidas por la realidad y surge de nosotras el deseo de actuar, de aportar nuestro grano de arena en la acogida de personas que huyen de la guerra. En este momento de urgencia es fundamental equilibrar el deseo de ejercer hospitalidad con la necesidad de hacerlo en base a criterios que sostienen nuestro modo de proceder. 

Universalidad, que nos lleva a no hacer distinción entre personas refugiadas y/o migrantes en otras circunstancias. Nuestra mirada compasiva y nuestra solidaridad se hace extensiva al conjunto de las personas que a diario abandonan sus hogares, de tantos países (Siria, Afganistán, Ucrania, Mali, Sudán, Yemen, Colombia, Venezuela, El Salvador, Nicaragua)  y por cualquier causa, y que son víctimas de diversas formas de violencia en el tránsito y en las fronteras. En este sentido nuestro primer objetivo es continuar ofreciendo atención a las personas que ya estamos acompañando y a la vez, mantener nuestras puertas abiertas para las que puedan llegar en el futuro

Mayor necesidad, que fija nuestra atención en los “agujeros” del sistema de protección internacional y en el acompañamiento a las personas migrantes y refugiadas más vulnerables, especialmente aquellas que quedan al margen de la protección. Para ello tenemos en cuenta:

  • La subsidiariedad: evitar sustituir la acción del Estado y la creación de sistemas paralelos de protección. 
  • La complementariedad: apoyar y extender el sistema de apoyo e integración en aquellos puntos en los que este es débil e insuficiente.
  • La adicionalidad: para extender las posibilidades de migración legal y segura y aumentar la capacidad de acogida del estado con programas de patrocinio comunitario u otras vías alternativas. 
  • La integralidad: atender los procesos de inclusión e integración sostenibles y de largo recorrido para promover la inclusión y la participación de las personas de origen extranjero.  

Coordinación y trabajo en red, articulando nuestras capacidades, recursos y energías con las de otras organizaciones con las que compartimos trabajo y misión, porque sabemos que de esta forma dan un mayor fruto. 

El papel de SJM ante las migraciones forzosas 

En este marco, la aportación de las organizaciones del Servicio Jesuita a Migrantes, y de muchas otras, que tienen como misión la acogida de migrantes y refugiados se desarrollará, como ya se viene haciendo:

  • Ofreciendo servicios de primera acogida y orientación básica a personas recién llegadas, entre las que prevemos que durante los próximos meses se incrementará el número de personas de origen ucraniano. Desde SJM seguiremos informando y orientando a todas las personas sobre sus derechos y canalizando las mismas hacia el sistema de acogida a refugiados.
  • Desarrollando proyectos que faciliten la incorporación e integración de las personas migrantes y solicitantes de asilo a la sociedad, con el acento en la dimensión comunitaria y favoreciendo la creación de redes de apoyo.
  • Sosteniendo y ampliando los proyectos de hospitalidad, en los que son acogidas las personas - de cualquier origen - que - por cualquier motivo - no tienen posibilidad de acceder al sistema oficial de protección, así como las que necesitan protección durante períodos más largos porque la vulnerabilidad de su situación personal, social o familiar así lo requiere. A la vez y en la medida en que sea necesario, participaremos en la oferta de acogidas temporales de emergencia ante la posibilidad de colapso temporal del sistema de primera acogida.

Así, en el corto plazo, nuestro reto será fortalecer nuestras capacidades de atención para ampliar la respuesta a la realidad, ya sea por la llegada de personas de origen ucraniano que se suman a las que ya estamos acompañando, como por la disminución de recursos disponibles para proyectos que vayan más allá de la atención a la emergencia. En algunos territorios ya se han iniciado acciones dirigidas a dar respuesta a necesidades detectadas a nivel local por parte de las organizaciones que forman parte de la red SJM.

En el medio y largo plazo, nuestra mayor aportación será continuar fortaleciendo nuestra red de hogares y comunidades de hospitalidad, para que sigan estando al servicio de las personas en situación de mayor vulnerabilidad, favoreciendo su inclusión comunitaria y la vida compartida. El SJM quiere ayudar a canalizar y hacer sostenible en el tiempo la solidaridad ciudadana tratando de articular estos esfuerzos con el conjunto de la respuesta a Ucrania y, de fondo, con las realidades de la movilidad humana forzosa que son manifestaciones globales de una cuestión estructural de inestabilidad y violencia global.